Hoy comparto con vosotros una receta familiar de unas pastas ricas rellenas de mermelada. Esta vez les he dado la forma de un croissant pero que conste que no es la masa típica de croissant. La masa es muy fácil de preparar y de trabajar así que podéis dar rienda suelta a vuestra imaginación y crear formas diferentes. Normalmente las hacemos con forma de saquitos rellenos de mermelada.
En fin, espero que lo intentéis y lo mas importante que os guste.
Ingredientes:
- 3 vasos de harina de repostería (unos 600 gr. aprox.) + 50 gr.
- 1 yema
- 250 gr. de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 2 sobres de azúcar de vainilla (16 gr.)
- 1 cucharada sopera de azúcar glasé
- 200 ml. de nata agria
Para el relleno:
- mermelada de la fruta que prefieras
Para decorar:
- Azúcar glasé
Elaboración:
1) Amasar bien todos los ingredientes. Formar una bola, envolverla en film transparente y guardarla en el frigorífico aprox. 1 hora.
2) Dividir la masa en dos o incluso en tres partes (será mas fácil trabajarla). Aplanar la masa con un rodillo a un grosor de 1 mm aprox. dándole la forma de un rectángulo grande (recortar los bordes si hace falta). Dividir en cuatro cuadrados y después cada cuadrado pequeño en dos triángulos. A cada triángulo echar un poquito de mermelada en medio (no echar demasiada o se os saldrá) y luego enrollarlo empezando por el lado mas corto para dar el mayor numero de vueltas dándoles forma de croissant.
También podéis darle la forma de un saquito, para lo cual en vez de un triángulo usáis un cuadrado, le echáis en el centro un poco de mermelada y juntáis 2 esquinas opuestas enrollándolo como si fuera un tubo.
Si la masa se os pega al rodillo o a la encimera mientras la aplanáis, usad los 50 gr. de harina que habéis reservado para cubrir el rodillo o la superficie de amasar.
3) Hornear unos 20-30 min. (hasta que se pongan dorados) a 200ºC.
Echar azúcar glasé por encima.